Paco Toronjo fue un artista onubense que nació y vivió en el siglo pasado. Su faceta como cantaor de flamenco, o de folclore de Huelva según se quiera entender, es bastante conocida y respetada. Entre sus méritos está el haber grabado los primeros discos de Sevillanas de la historia junto a su hermano Pepe que luego se popularizararían en las romerías y ferias andaluzas. A menudo es considerado como el mejor músico que ha dado la provincia de Huelva, yo me atrevería a decir por que no España o porque no compararlo con los maestros del Bel Canto o la Opera. Si la música es técnica y afinación al servicio de la belleza y la expresión, ¿Que le faltó a este buen hombre?
Pero nuestro protagonista no era un profesional de la música. Él no cantaba por dinero, aunque le pagaban bien y supo aprovecharlo compartiéndolo con sus amigos y viviendo bien que era lo que le gustaba. Cantaba a todas horas porque su personalidad era el fandango y lo necesitaba para expresarse como el respirar para vivir. Nunca solía entonar una letra si no la sentía como verdadera y cuando lo hacia usaba todo su cuerpo. No era capaz de cantar sentado sin poder experimentar y gesticular completamente lo que quería transmitir.
Su música es personal, profunda, y en definitiva es él mismo. Sus grabaciones son fáciles de conseguir y las recomiendo aunque puedan resultar duras a alguien no iniciado al tratarse de una voz muy sucia e intensa. Pero la intención de esta entrada es centrarse en su faceta como poeta que quedó, en cierto modo, eclipsada por su voz:
Pero nuestro protagonista no era un profesional de la música. Él no cantaba por dinero, aunque le pagaban bien y supo aprovecharlo compartiéndolo con sus amigos y viviendo bien que era lo que le gustaba. Cantaba a todas horas porque su personalidad era el fandango y lo necesitaba para expresarse como el respirar para vivir. Nunca solía entonar una letra si no la sentía como verdadera y cuando lo hacia usaba todo su cuerpo. No era capaz de cantar sentado sin poder experimentar y gesticular completamente lo que quería transmitir.
Su música es personal, profunda, y en definitiva es él mismo. Sus grabaciones son fáciles de conseguir y las recomiendo aunque puedan resultar duras a alguien no iniciado al tratarse de una voz muy sucia e intensa. Pero la intención de esta entrada es centrarse en su faceta como poeta que quedó, en cierto modo, eclipsada por su voz:
Dudar
en tó el mundo yo creía
de nadie llegue a dudar
y recordando el pasado
de mi mismo me reía
por vivir equivocado.
Vagabundo
que arrastraba su indecencia
parecía un vagabundo
y es que era un hombre de esencia
y la maldad de este mundo
le robó hasta la conciencia.
Aunque lo veas dando tumbos
no le llames mamarracho
y aunque lo veas dando tumbos
ni le digas borracho
que sabe nadie su mundo
ni la cruz que va llevando
en tó el mundo yo creía
de nadie llegue a dudar
y recordando el pasado
de mi mismo me reía
por vivir equivocado.
Vagabundo
que arrastraba su indecencia
parecía un vagabundo
y es que era un hombre de esencia
y la maldad de este mundo
le robó hasta la conciencia.
Aunque lo veas dando tumbos
no le llames mamarracho
y aunque lo veas dando tumbos
ni le digas borracho
que sabe nadie su mundo
ni la cruz que va llevando
Beber
la gente a mi me critica
que no hago mas que beber
y si la gente supiera
el motivo porque es
conmigo también bebieran
Para olvidar
que me pregunten a mí
si el vino es para olvidar
porque yo copas bebí
y me jarté de llorar
acordándome de ti
Cantando
y ya voy pa los setenta
cincuenta años cantando
pa mi ya el tiempo no cuenta
y sigo con mis fandangos
mientras mi corazon sienta
la gente a mi me critica
que no hago mas que beber
y si la gente supiera
el motivo porque es
conmigo también bebieran
Para olvidar
que me pregunten a mí
si el vino es para olvidar
porque yo copas bebí
y me jarté de llorar
acordándome de ti
Cantando
y ya voy pa los setenta
cincuenta años cantando
pa mi ya el tiempo no cuenta
y sigo con mis fandangos
mientras mi corazon sienta
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